Notas
Entrevista a Nicolás Natiello
Por Mariela Ramis.- Conversamos con Nicolás -profesor de literatura, actor y comunicador- para visibilizar su experiencia de cómo incorporó las nuevas herramientas para comunicar durante la pandemia.
-¿Cómo estás llevando este año y medio de pandemia?
-Es un tiempo difícil, dónde se movieron muchas estructuras tanto internas como externas. Al principio surgió la bronca y la frustración, al no poder realizar actividades a las que uno estaba acostumbrado, de repente muchas cosas que uno hacía cotidianamente y que nos hacían bien, fueron restringidas o prohibidas.
En lo personal, el aislamiento me hizo dar cuenta de que la mayoría de los roles sociales que desempeñaba o que elegí desempeñar estaban muy vinculados precisamente al ámbito de lo colectivo, de lo social. El teatro, la radio, los talleres, dar clases en las escuelas, son hechos sociales que me resultaban imposibles pensarlos o de realizarlos sin un «otro» presente, sin alguien con el que se pueda construir el conocimiento o llevar a cabo un proyecto.
Pero bueno, después de la frustración, la bronca o la angustia, vino necesariamente la búsqueda de nuevas perspectivas para abordar la problemática que se nos presentó, ya que la negación no es un motor que ayude a impulsarnos hacia adelante, al contrario, siempre es un ancla que nos paraliza.
-¿Pensás que ésta experiencia cambia algo en el modo hacer teatro y de enseñar?
–Totalmente, esta experiencia nos obligó a repensar seriamente las maneras de hacer teatro o de dar clases. Nos obligó a ver más allá de lo convencional o lo tradicional. Obvio que voy a preferir mil veces el teatro a la vieja escuela, es decir presencial, lo mismo pienso a la hora de dar clases. Pero todo esto que pasó me ayudó a repensar el teatro, y a mirar con cierto interés cosas que antes quizás no me llamaban la atención.
Como por ejemplo, que una página de streaming teatral no es lo mismo que ver streaming de cine, o que una impro hecha en vivo para un público que lo ve en las redes, funciona de una manera diferente pero mantiene su esencia primigenia, cambia el medio de comunicación pero muchas cosas de la esencia teatral se replican en cierta manera y cumplen su función.
-¿Qué fue lo más relevante?
–Lo más relevante para mí fue redescubrir a las redes sociales, previo a la pandemia no les daba mucha bola, o les escapaba porque me generaban cierto desencanto. Pero luego vi que para alguien que se dedica, en cierta manera, a la comunicación, como yo (dar clases o hacer teatro son hechos comunicativos, exigen un intercambio con otro/os, de información, de ideas, de sentires, etc.), las redes sociales son herramientas, que si se usan de forma adecuada, tienen mucha llegada, hasta a veces, mucho más allá de lo que uno proyecta.
Un proyecto que nació como una manera de acercarme a mis alumnos de secundaria de una forma menos «acartonada» o aburrida, fue crear un canal de YouTube llamado «Literatura de Entrecasa».
De vez en cuando veía contenido de esa plataforma, pero confieso que jamás pensé que iba a producirlo. Es más, el principio investigué y empecé a copiar a modo de chiste frases, o los famosos clickbaits (anzuelos para hacer Click en like, suscribirse, etc). Me parecían algo sin sentido, previo a la pandemia jamás le había dado like a un video o me había suscripto, a pesar de que el contenido de ciertos canales o youtubers me encantaba y podía estar horas mirándolos; no lo hacía de malo, simplemente soy de otra época y no entendía bien cómo funcionaba ese intercambio, imaginaba que era como la televisión que los bancaba alguien de arriba metiendo publicidad y que podían subsistir sin mi like, que simplemente era un espectador que pasaba y ya.
Pero luego de un tiempo al investigar un poco más fondo, entendí mejor todo y comprendí cómo funcionaba la plataforma. Y comencé a valorar de en serio a aquellos que dedican horas de sus vidas para brindar contenido de calidad, ya sea de conocimiento general, educación o entretenimiento. Obvio hay que filtrar, hay mucha cosa random o al azar, pero bueno, si se busca bien hay joyitas.
Y me sumé a eso, siempre me gustó comunicar, y sin darme cuenta me fui preparando para este canal de YouTube, desde que empecé en la radio en Click, a editar imagen y sonido en teatro, etc; de repente todas las artes se pusieron al servicio de mi canal de YouTube, ya sea a la hora de explicar un concepto de lengua, una definición literaria o de narrar un cuento. Fue tomando forma a lo que es el canal hoy en día, explicar conceptos «académicos» de una manera renovada o más entretenida, lo mismo que sucedía presencialmente en el aula, pero ahora a la distancia y con un público más amplio.
Jamás imaginé que después de un año, el canal estaría muy cerca de los 2000 suscriptores, y con audiencias de otros países como Ecuador, México, Perú, o distintas provincias de Argentina. Que chicos y chicas que no son mis alumnos/as me escriban en los comentarios para decirme que, gracias a un video que hice, aprobaron un examen o rindieron bien un tema que tenían previo, me parece una locura y me da una felicidad enorme, ya que era algo que nunca pensé que iba a ocurrir. Pero bueno, son cosas, que a pesar del tiempo que lleva producir esos videos, me motivan a seguir agregando más cosas al canal, siempre con una impronta de humor, pero sin dejar a un lado el compromiso de chequear la información y divulgarla de la mejor manera posible.
-¿Dónde miramos tu trabajo?
– La forma más directa es buscar en YouTube el canal » Literatura de entrecasa», hay cuentos narrados y animados, de autores como Borges, Castillo, etc., y conceptos de lengua y literatura para estudiantes de secundaria y no tanto. Y si les gusta el contenido, recuerden, compartirlo, darle like y suscribirse al canal, todo ayuda para seguir creciendo un poco más cada día en este gran océano llamado internet.