Notas
El teatro independiente argentino
Los primeros dramaturgos argentinos con temáticas y estilos propios surgen a principios de siglo XX. Sin embargo, no será hasta 1930 que el teatro argentino adquiera un sesgo diferenciado. El nacimiento del movimiento de Teatros Independientes instala una modalidad de producción dramática, una estética teatral y una concepción ideológica que lo distingue del resto de la actividad del continente. El Teatro del Pueblo en 1930, inspirado por Leónidas Barletta, adhiere a un teatro de contenido que llegue a la mayor cantidad de público posible. Es una propuesta con intencionalidad política (sus actores se identifican con la izquierda) que se apoya en grandes textos universales que conviven con algunos autores argentinos, entre los que se destaca el novelista y dramaturgo Roberto Arlt. El movimiento asume un trabajo solidario y desinteresado de autores, directores y actores. Formados en cooperativas, el teatro independiente se caracteriza por la no profesionalización de sus artistas, entendida como trabajo sin honorarios.